Después de levantarme
de estar dormido,
sobre la mesa había
sobras de ayer, un café frío.
Nunca aprendí a vivir
de olvido,
nunca aprendí a vivir de un respiro.
Como un árbol
deshojé mi tiempo,
a veces hojas secas,
a veces en blanco,
a veces llenas…
Después de dar un salto
y haber caído
en un cuarto con nubes
en las paredes en techo y piso.
Nunca aprendí a vivir
perdido,
Nunca a prendí a vivir sin dar conmigo.
Laberinto
que inventé de oído,
a veces en la cama,
a veces en heridas,
a veces no…
después del electroshock
oí latidos.
En la cama tendida
había sueños y no he dormido.
Nunca aprendí a vivir
tan vivo,
nunca aprendía a morir de un sólo tiro.
Como un cable
me encastré a tierra,
a veces en descarga,
a veces en estática,
a veces en signos…
Nunca aprendía a vivir… (a veces en el aire
a veces junto a nadie,
atado… a veces con mis manos,
a veces por los sueños).
Nunca aprendía a vivir… (a veces en el borde
a veces sin un nombre,
tan libre a veces en tu rostro,
a veces con asombro).
Nunca aprendí a vivir… (a veces de llegada,
días de madrugada,
a tiempo… a veces no me cuento,
a veces otro cuento).
Nunca aprendía a vivir… (a veces en silencio,
a veces maldiciendo,
no miento a veces la salida,
a veces es la vida).
17 de feb 04/3:02 pm
Eselepe.
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